In memoriam del Profesor Ignacio Villa Elízaga

Recojo con pesar, y con honor, el encargo de nuestro presidente, el Prof. Manuel Sánchez Luna, de hacer un sucinto recorrido de los hechos vitales relacionados con las actividades pediátricas y neonatológicas del que fue nuestro compañero y presidente. Los recuerdos rápida y de forma sutil se escapan y se desvanecen, es importante fijarlos porque ellos son parte de lo que da sentido a nuestras sociedades y nuestras vidas.
Hace también unos días que falleció también el Prof. Jack Remington a los 90 años en California, coeditor de uno de los textos fundamentales de la neonatología, que ahora lleva el título de Remington and Klein's Infectious Diseases of the Fetus and Newborn Infant del que se anuncia la novena edición.
Ignacio Villa nació en Madrid. Estudió Medicina en la Universidad Complutense, donde se licenció en el año 1956, doctorándose en ella, con premio extraordinario, en el año 1971.
Sus primeros años sanitarios discurrieron en el Instituto Provincial de Obstetricia y Ginecología de Madrid como médico puericultor durante doce años (1957-69) y en el Hospital Niño Jesus de Madrid, cuna de la pediatría española, en donde fue jefe clínico.
Durante su formación siguió los cursos del Prof. Roberto Caldeyro Barcia, considerado uno de los grandes pioneros de la Medicina Perinatal, en Montevideo (Uruguay) en el año 1966, diplomándose en “Fisiopatología Perinatal” y en “Prematuros” en su en aquel momento muy prestigioso Centro Latinoamericano de Perinatología.
El Dr. Ignacio Villa Elízaga estuvo como jefe adjunto del Servicio de Neonatología de la Ciudad Sanitaria Francisco Franco desde el 1969 al 71. Como Director de Departamento de Neonatología y Medicina Perinatal de la Maternidad Santa Cristina del 1971 al 76, en donde también desempeñó el cargo de Subdirector de la Maternidad desde el 74 al 76. En el año 1976 se hizo cargo de la jefatura de servicio de pediatría del Hospital Universitario Ramón y Cajal, en donde estuvo hasta el año 1977. En el año 1974 fue nombrado Consejero Nacional del Real Patronato de Prevención y Ayuda al Deficiente Mental.
En aquellos años emergen en España las técnicas y tratamientos de estimulación precoz -según la terminología del momento- destinadas a su aplicación en niños prematuros y en los neonatos que habían presentado signos de sufrimiento fetal. Una de las acciones pioneras fue la desarrollada por el Dr. Villa Elízaga en el Servicio de Neonatología de la Maternidad Santa Cristina que culminó con la creación en el año 1974 de la Policlínica Madurativa que tuvo un desarrollo y continuidad muy estimable.
Mi primer contacto personal con el Dr. Ignacio Villa, curiosamente, fue en otro continente, a través de una anécdota circunstancial. Fue en Asia, en la India durante el desarrollo del XV International Congress of Pediatrics celebrado en Nueva Delhi en octubre del año 1977. Su nombre para mí en aquel momento era el de un profesional de gran prestigio por sus cargos y por haber asumido recientemente la docencia y la dirección de la Clínica de Pediatría en la Universidad de Navarra. En el hotel hubo problemas de alojamiento. Se nos solicitó compartir habitación, si no teníamos inconveniente, ya que era la única solución posible. Ambos aceptamos. Mi primera impresión fue la de encontrarme con un hombre jovial aunque “mayor”, en parte quizá por el prestigio y por la función académica y sanitaria que desempeñaba, lo que me intimidaba, y en parte porque era una persona de esas que se hacen mayores fenotípicamente aun siendo jóvenes y ya son mayores para siempre. Desde aquel momento mantuvimos una afable relación, que se reforzó al integrarme como vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Neonatología durante el periodo de su presidencia.
Desde el año 1977 y durante 16 años se hizo cargo de la docencia de la pediatría en la Universidad de Navarra y dirigió y desarrolló la Pediatría Asistencial en la Clínica Universitaria de Navarra. Como continuidad de su labor en los programas de neuroestimulación y de rehabilitación neonatales creó también aquí la Unidad Pediátrica de Estimulación Precoz (UPEP) para la atención de recién nacidos de alto riesgo en la que se incluían programas de estimulación sensorio-motora dirigidos a la maduración que se continuaban hasta los cuatro años o hasta que su evolución se considerara normal.
Este interés del Dr. Ignacio Villa Elízaga por el desarrollo en las primeras etapas de la vida lo recoge con claridad en el prólogo que hizo a la traducción española, publicada en el año 1978, del libro Venir au monde del prof. Robert Debré, uno de los padres de la pediatría del siglo XX, en el que dice “Cada día es mayor el interés que despiertan los fenómenos de la reproducción y los cuidados que se aplican durante el embarazo, así como durante las primeras épocas de la vida infantil”
Durante esta etapa organizó las Jornadas Internacionales de Perinatología y las Reuniones de Pediatría de la Clínica Universitaria de Navarra las cuales tuvieron un gran prestigio entre los pediatras de aquella época y en las que ya fue docente un joven Prof. Eduardo Bancalari que estableció desde aquellos tiempos su continuada relación con la Neonatología española.
En esta etapa desarrolló, junto con sus colaboradores, una interesante investigación en el campo de la nutrición infantil con especial atención al papel de los micronutrientes durante la lactancia. Fueron numerosos los premios de investigación conseguidos por su equipo con esta línea de trabajo.
En el año 1993 el Prof. Ignacio Villa Elízaga emprende una nueva etapa docente y asistencial ya que se traslada de nuevo a Madrid como profesor de pediatría en el Departamento de la Universidad Complutense y es nombrado Jefe del Departamento de Pediatría y Cirugía del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, actividades que desarrolló hasta su jubilación.
Su labor docente fue incansable, lo prueban las varias decenas de tesis doctorales dirigidas, los más de 300 artículos y escritos científicos y más 45 libros publicados y los numerosos discípulos que desarrollaron sus saberes y conocimientos durante sus etapas en Pamplona y Madrid. Formó parte de los Comités Científicos de revistas pediátricas, destacando su actividad como Director de Acta Pediátrica Española durante muchos años. Fue un estimulador de clínicos, de investigadores y de docentes.
En el año 2011 fue miembro del Consejo Superior de Medicina, presidido por el Prof. Enrique Moreno, de la Comunidad Autónoma de Madrid y en el 2012 formaba parte de la Junta Directiva del Colegio de Médicos de Madrid.
Todo hombre y todo profesional forma parte de una sociedad que tiene una cultura propia, con unos valores sociales, legales, y morales que reflejan las conductas y actitudes del momento. Dentro de cada cultura existirán subculturas que reflejan las diferentes actitudes que mantienen las personas en las que se trasmiten valores o creencias particulares.
El profesor Ignacio Villa Elízaga estuvo al servicio de las necesidades de su época. Era consciente de que para hacer avanzar la ciencia pediátrica y neonatológica era necesario no sólo tener ideas, sino también conocimientos, decisión y contar con equipos de colaboradores para desarrollarlos y se implicó con un destacado compromiso con la docencia, la asistencia y la investigación, en una época en que esta era escasa, realizada en condiciones muy precarias y muy poco reconocida.
Todo lo que nace tiene fin. Se nace llorando con el vigoroso y enérgico grito de la vida y ocupando espacio. Se acaba con el silencioso llanto de los próximos, dejando un hueco de soledad. Le sobreviven su esposa Mercedes Calleja, su hijo Ignacio y tres nietos, uno de ellos estudiante de medicina.
El Prof. Ignacio Villa Elízaga constituyó en su momento un factor de desenvolvimiento de la Pediatría y de la Neonatología españolas.
José María Fraga Bermúdez
Ex-Presidente de la Sociedad Española de Neonatología
Profesor Emérito y Ad honorem de la
Universidad de Santiago de Compostela